Medicamentos para tratar la leishmaniosis canina

El tratamiento de la leishmaniosis canina se basa en el uso de medicamentos antiparasitarios y, en algunos casos, en la combinación de otros tratamientos complementarios. Los medicamentos utilizados para tratar la leishmaniosis canina son los siguientes:
- Antimonio Pentavalente: Es el tratamiento de elección para la leishmaniosis canina en la mayoría de los países. Este medicamento se administra por vía intravenosa durante varios días seguidos, y luego se pasa a la administración subcutánea durante varias semanas. El antimonio pentavalente tiene una alta eficacia, pero puede causar efectos secundarios como vómitos, diarrea, anorexia, y otros problemas gastrointestinales. Además, su uso está contraindicado en perros con enfermedades renales o hepáticas.
- Allopurinol: Este medicamento se utiliza para reducir la carga parasitaria en los perros afectados por la leishmaniosis canina. El allopurinol se administra por vía oral y se puede utilizar como tratamiento único o en combinación con otros fármacos. El allopurinol es bien tolerado por la mayoría de los perros y tiene pocos efectos secundarios. Sin embargo, su uso a largo plazo puede causar problemas hepáticos y renales.
- Miltefosina: Es un medicamento utilizado en el tratamiento de la leishmaniosis visceral en humanos. En perros, se ha demostrado que es efectivo en el tratamiento de la leishmaniosis canina. La miltefosina se administra por vía oral y su eficacia es alta. Sin embargo, su uso puede causar efectos secundarios como vómitos, diarrea, y otros problemas gastrointestinales.
- Alopurinol + Antimonio Pentavalente: La combinación de allopurinol y antimonio pentavalente se ha demostrado que es efectiva en el tratamiento de la leishmaniosis canina. Esta combinación permite reducir la dosis de antimonio pentavalente, disminuyendo así los efectos secundarios asociados con su uso. Sin embargo, su uso puede causar problemas hepáticos y renales.
- Inmunomoduladores: Estos medicamentos se utilizan para mejorar la respuesta inmunitaria del perro. Los inmunomoduladores se administran por vía oral y se utilizan en combinación con otros tratamientos. Su uso puede reducir la dosis de otros medicamentos y disminuir los efectos secundarios asociados con su uso.
Es importante tener en cuenta que el tratamiento de la leishmaniosis canina debe ser administrado por un veterinario y que el perro debe ser sometido a controles periódicos para evaluar la respuesta al tratamiento. Además, se deben tomar medidas para prevenir la infección, como el uso de repelentes de mosquitos y el control de los vectores.